martes, 31 de agosto de 2010

LA PERSONA EMPATICA

Empatía es la capacidad que tienen las personas de vivenciar la manera en que otra persona siente y tratar de compartir sus sentimientos. Se trata de poco a poco ir comprendiendo el comportamiento y las decisiones que otras personas toman.
Es un habilidad que no todas las personas poseen, pero que sin embargo es muy necesaria para entender las necesidades, comportamientos, modos de actuar, reacciones emocionales.
Las personas empáticas se caracterizan por saber escuchar a los demás y entender tanto sus motivaciones como sus problemas.
Existen numerosos estudios que aseguran que la mente humana tiene en común los sentidos y los sentimientos. La diferencia entre dos hombres o dos mujeres es el momento en el que esos sentimientos afloran.
Además, la manera de actuar ante situaciones similares está condicionado por la educación, la predisposición genética y la condición hormonal.
La empatía forma parte de la
inteligencia emocional, es la que controla el dominio interpersonal. Además, la empatía es considerada como la clave del éxito de las relaciones interpersonales.
La empatía es pues la habilidad para ser consciente, reconocer, comprender, apreciar los sentimientos de las personas que nos rodean.
La capacidad de empatizar es importante por varios motivos. En primer lugar, para ser capaz de observar l conducta moral y social de nuestro entorno; y en segundo lugar, para poder experimentar sentimientos tan comunes como la envidia, el odio, la generosidad, la dulzura …
Esta habilidad o capacidad es muy necesaria para ciertos empleos. En ocasiones las personas que trabajan de cara al público carecen de esta habilidad, y en función de su grado de empatía nos ofrecen o no el producto más adecuado para nosotros.
La mayoría de las personas no son crueles, sin embargo en ocasiones no sabemos escuchar. Y damos recomendaciones muy positivas como por ejemplo: “Todo se arreglará”, “el tiempo lo cura todo”… y a veces que no son las apropiadas.

CONDUCTA AGRESIVA


CONDUCTA GENERAL. Exagera para demostrar su superioridad. Refleja agresividad.
VERBALMENTE. Exige; usa palabras altisonantes. Hace acusaciones; impone su opinión; se comunica a base de mandatos; usa mensaje "TÚ"; habla mucho para no ser contrariado y llamar la atención. Se sobrestima; habla solamente de sí mismo.


VOZ. Fuerte; con frecuencia grita; voz fría y autoritaria.
MIRADA. Sin expresión; fija, penetrante y orgullosa.
POSTURA. Rígida; desafiante y soberbia.
MANOS. Usa el dedo acusatorio; movimientos rechazantes o aprobatorios.

CONDUCTA PASIVA

CONDUCTA GENERAL. Actúa con la esperanza de que los demás adivinen sus deseos. Su apariencia es de inseguridad.
VERBALMENTE. Se disculpa constantemente; da mensajes indirectos; habla con rodeos; no encuentra palabras adecuadas; no dice lo que quiere decir; habla mucho para clarificar su comunicación; no dice nada por miedo o verguenza; se humilla a sí mismo.
VOZ. Débil, temblorosa; volumen bajo.
MIRADA. Evita el contacto visual; ojos caídos y llorosos.
POSTURA. Agachada; mueve la cabeza en forma afirmativa constantemente.
MANOS. Temblorosas y sudorosas.

la conducta asertiva

La Asertividad se define como: "la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás. Negociando con ellos su cumplimiento". Está en el tercer vértice de un triángulo en el que los otros dos son la pasividad y la agresividad. Situados en el vértice de la pasividad evitamos decir o pedir lo que queremos o nos gusta, en la agresividad lo hacemos de forma tan violenta que nos descalificamos nosotros mismos (más detalles sobre estos estilos de respuesta los puedes obtener pinchando aquí).
Emplear la asertividad es saber pedir, saber negarse, negociar y ser flexible para poder conseguir lo que se quiere, respetando los derechos del otro y expresando nuestros sentimientos de forma clara. La asertividad consiste también en hacer y recibir cumplidos, y en hacer y aceptar quejas.
El elemento básico de la asertividad consiste en atreverse a mostrar nuestros deseos de forma amable, franca, etc., pero el punto fundamental consiste en lanzarse y atreverse. Lo que se expone en esta página puede ayudarnos a mostrar lo que sentimos y deseamos, porque sabemos que lo estamos haciendo de forma adecuada, que nadie se puede ofender. Esto nos ayudará a atrevernos a hacerlo.Pero cuando la ansiedad y el miedo son demasiado grandes hasta el punto de que nos dificultan o impiden expresar nuestros deseos, hemos de plantearnos una estrategia para superarla. En
este enlace puedes encontrar las formas en las que la psicología cognitivo conductual ayuda a superar la ansiedad y en este otro enlace un curso para enfrentar y superar los límites que nos imponen nuestras ansiedades y nuestros miedos. En este curso entenderás la aparente paradoja de que la práctica de la asertividad conduce a una reducción notable de la ansiedad.
Existen técnicas y reglas que aprendidas y aplicadas nos permiten ejercerla de forma eficiente. Para ello hay que prepararse a negociar y hay que cumplir las reglas que implican una negociación eficiente. Existen también técnicas simples como el banco de niebla o asentir en principio, y el disco rayado, que nos facilitan su ejercicio concreto y cotidiano.
Para poder ejercitar la asertividad tenemos que tener capacidad de negociación. En la negociación se intenta conseguir lo que se quiere con el beneplácito del otro, que lógicamente también va a tener algunos beneficios. La realización de una negociación comprende varias fases. La primera, es la de preparación. En ella tenemos que pensar la estrategia que tenemos que seguir en el encuentro con el otro en el que se va a plantear los problemas y se va a hacer la negociación propiamente dicha.

LA PERSONA ASERTIVA

La persona asertiva es la que se preocupa de ella misma, de sus derechos y de los derechos las otras personas. Le gusta conocer a los demás en un plano de igual dad en lugar de querer estar por encima de ellos.
La persona asertiva suele ser la única de los tres tipos que acaba consiguiendo las metas que se ha propuesto. La agresiva en un principio puede creer que ha ganado, pero al final habrá sembrado un ambiente tan malo a su alrededor que nadie le será leal y no tendrá en quién confiar. La persona pasiva por lo general no se propone ninguna meta, porque está con vencida de que nunca podrá alcanzarla.
El respeto hacia los demás y ser consciente de que también tienen sus derechos y necesidades es lo que distingue a la persona asertiva. Su meta es que todos salgan ganando, y por eso está dispuesta a negociar y a comprometerse de forma positiva. Cuando hace una promesa siempre la cumple y ésa es la razón por la que quienes están a su alrededor confían en ella. Puesto que está en contacto con sus propios sentimientos, puede explicar a los demás cómo se siente -aunque sus sentimientos sean negativos por algo que le han hecho o dicho- y hacerlo sin ofender a nadie.
Interiormente la persona asertiva se siente en paz consigo misma y con los que tiene cerca. Se enfrenta a cada nuevo reto de una forma positiva, gracias a su confianza y a la conciencia de sus propias limitaciones. Está preparada para asumir ciertos riesgos cuando se trata de poner en práctica nuevas ideas e invertir en nuevas empresas. A veces las cosas no funcionarán como esperaba, pero una persona asertiva sabe que todo el mundo puede equivocarse y que hay que aprender de los errores. La asertividad significa que no es necesario robar las ideas a nadie o dar una puñalada por la espalda. Cuando las cosas van bien sabe reconocer su éxito y sentirse orgullosa -que no es lo mismo que alardear- de lo que ha conseguido.
Es una delicia relacionarse con una persona asertiva. Su entusiasmo puede ser contagioso y a menudo inspirará a los demás para que tengan una visión más positiva. Puesto que no es manipuladora y no hace las cosas a escondidas, los que están a su alrededor confían en ella y cooperan. Su serenidad interna le permite estar más tranquila y, por ende, tiene mayor capacidad para dirigir su energía a cualquier meta que se haya propuesto. Puesto que raramente tiene altibajos emocionales, su conducta ante los demás es coherente y la comunicación siempre está abierta.
Por lo que hemos dicho se entiende que una persona asertiva casi siempre se encuentra bien consigo misma. Gracias a ello hace sentirse bien a los demás. Con ella se sienten seguros y confiados, porque la comunicación en ambos sentidos les permite saber qué es lo que se espera de ellos y en qué punto se encuentran. Las intrigas y los pequeños juegos de poder quedan reducidos a la mínima expresión, por lo tanto todos están más concentrados en alcanzar una meta común.
El respeto hacia uno mismo y hacia los demás es una parte fundamental de la actitud asertiva. A su vez, ese respeto se suele reflejar a su alrededor, exhortando a sus colaboradores a cooperar al máximo. Cualquier éxito, grande o pequeño, anima a que todos se esfuercen aún más para realizar bien cualquier tarea.
El lenguaje verbal y corporal por el que se puede reconocer a la persona asertiva incluye los siguientes puntos:
Lenguaje verbal
. Siento que...
. Me gustaría...
. ¿Cuál es tu opinión?
. ¿Cuál crees que es la mejor forma de abordar...?
. Creo...
. Vamos a...

Lenguaje corporal
. Tiene una pose erguida pero relajada.
. Su mirada es firme y mantiene el contacto visual.
. Tiene sentido de la compostura

lunes, 7 de junio de 2010

YEAHHHHHHHH! YEAHHHHHHHHHHH!














































UFF! porfin acabamos asi que este soy yo








BICENTENARIO


El Bicentenario de México se celebrará el próximo 16 de Septiembre de 2010. Si bien este no es en realidad el aniversario de la independencia mexicana (que llegó en 1821) fue el comienzo de la rebelión contra el sistema colonial español.
Aquel 16 de septiembre de 1810, durante la madrugada, estalló la insurrección del llamado grupo de los “conspiradores de Querétaro”. El cura Miguel
Hidalgo y Costilla, uno de sus miembros, fue quién convocó al pueblo de Dolores a la rebelión. Aquella noche Hidalgo pronunció el famoso “Grito de Dolores”: “¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Abajo el mal gobierno! ¡Viva Fernando VII!”.

Luego del “Grito de Dolores” se dirigió a la cárcel del pueblo. Junto con un pequeño grupo de campesinos, de prácticamente nula experiencia militar y portando un improvisado armamento, tomó el presidio. Allí tomaron algunas armas y partió Hidalgo con su ejército de campesinos hacia Atotonilco el Grande. En Atotonilco tomó como estandarte de la lucha revolucionaria a la Virgen de Guadalupe, el cual se considera la primera bandera mexicana.
Su camino le llevaría luego hacia San Miguel el Grande, donde convergieron los militares rebeldes Abasolo y Allende. Era el comienzo de la larga lucha por la independencia de
México, que no habría de culminar hasta 1821.
Subido por:Jesus Rivera